ARES
Apicultura
Respetuosa
¿Qué entendemos por apicultura respetuosa?
La apicultura respetuosa es un modo de practicar la apicultura de la manera más cuidadosa posible tanto con el entorno natural en el que se realiza, como con los productos obtenidos, las personas que la llevamos a cabo y sobre todo con las auténticas protagonistas, las abejas y sus colonias, las colmenas.
Tenemos el objetivo de que nuestra labor se desarrolle con el máximo bienestar animal de las abejas, por lo que el respeto hacia ellas y sus ciclos naturales nos guía en todas las actividades apícolas.
Con esta idea les procuramos un lugar en el cual pueden vivir bien, sombra y agua en verano, algo de abrigo en invierno con sus propias reservas alimenticias suficientes, y protección sanitaria en dos tratamientos mínimos anuales con productos ecológicos. Ellas por su parte nos aportan productos tan valiosos como la miel, polen y propóleos, además de su fundamental labor polinizadora para el equilibrio del ecosistema.
Está claro que ellas nos dan infinitamente más, por lo que les estamos profundamente agradecidas y procuramos tratarlas con cariño y respeto, siendo muy cuidadosas en su manejo. No obstante, como ocurre cuando paseas en bici o sales a correr y pisas un camino de hormigas, a veces es inevitable causar muertes de algunos individuos por mucho cuidado que pongamos, incluso en la apicultura respetuosa. Aunque lo sentimos, no perdemos de vista la importancia esencial de la vida de la colonia, la colmena.
Con esta idea de trabajo nos sumamos a la asociación ARES.
Sobre la asociación
La asociación se crea partiendo de una pequeña explotación apícola familiar que funcionaba desde hacía mucho tiempo. Esta transformación en asociación surge de la necesidad de dar a conocer y poner en valor el tipo de apicultura que se estaba practicando así como la importancia de la polinización que, además de otras especies de insectos silvestres, llevan a cabo las abejas domésticas.
Entre los fines que la Asociación persigue destacan: el desarrollo de un modelo de apicultura respetuoso con las abejas, siendo un valor fundamental el bienestar animal, así como respetuoso con el entorno natural, las personas y la calidad de los productos que se pudieran obtener, creación y gestión de apiarios para generar una red de colmenares de polinización sin perjudicar a los polinizadores naturales, la realización de proyectos de educación ambiental para difundir los valores de la asociación, la importancia de las abejas y de la conservación de la Naturaleza en general, la recolección sostenible y otros fines que puedes leer en nuestros estatutos .
Lo que nos define
Valoramos y apreciamos los frutos del trabajo de “nuestras colmenas” y únicamente recolectamos una cantidad que no ponga en peligro su bienestar, garantizándoles reservas suficientes de sus propios productos para la invernada, descartando así alimentación artificial con suplementos ajenos a las propias colmenas.
Hasta ahora obtenemos una única cosecha anual a finales del verano procedente de todas las floraciones primaverales y estivales sin superar el 50% de la producción y siempre que ésta sea suficiente para afrontar el invierno con garantías y sin necesidad de alimentación artificial adicional ni de mantenimiento al final del otoño, ni estimulante al principio de la primavera.
En años especialmente benignos, que todavía no hemos podido disfrutar, en la localización de nuestros apiarios, aspiramos a poder cosechar miel monofloral de romero, lavanda, tomillo, mejorana, majuelo u otras especies.
Además, dejamos que las abejas vivan tranquilas, visitando los colmenares e interviniendo sólo lo imprescindible. De esta forma respetamos en cierta medida sus ciclos naturales.
No aplicamos alimentación estimulante para adelantar la producción ni trasladamos las colonias en busca de nuevas floraciones evitando así el estrés y el riesgo de muerte por asfixia y/o calor en los desplazamientos. Sólo hacemos una cata (extracción de miel) al año y mantenemos los caza pólenes y las rejillas para el propóleos un tiempo mínimo.
Para conseguir el máximo respeto hacia la biodiversidad, utilizamos colmenares sedentarios con poco número de colmenas cada uno y separados un mínimo de 1 km entre sí cubriendo el territorio con una red que potencia sus efectos beneficiosos.
Las abejas cumplen una importante función como polinizadoras, pero no son las únicas.
Las abejas melíferas son muy eficientes en aprovechar las flores y pueden desplazar a polinizadores como escarabajos, otros himenópteros, mariposas, moscas…que enriquecen la biodiversidad y a los que también hay que respetar. Esto puede ocurrir cuando se concentra una gran densidad de abejas domésticas en un territorio determinado, por ejemplo, con grandes colmenares intensivos.
En esta línea, nuestra idea es crear y mantener una red de colmenares de polinización que cubra una gran superficie y que tenga una reducida densidad de población de abejas domésticas. De esta manera, aspiramos a favorecer los efectos beneficiosos de la polinización de las abejas en mayores superficies sin perjudicar a los polinizadores naturales.